Sensación de insatisfacción: cómo superarla

Hoy quiero empezar con una frase que me gusta mucho: “Un pasito a la vez” sin prisas. ¡Cómo nos encanta correr de un lado para otro sin pararnos a disfrutar de todo lo que nos rodea!

Si no nos tomamos ese tiempo para disfrutar de todo lo que nos rodea, no seremos capaces de valorarlo. Y no ser agradecido es como permanecer en un estado constante de insatisfacción.

Comparto en este artículo contigo las posibles causas de la insatisfacción personal y varias cuestiones que pueden ayudarte a plantearte tu realidad de una manera diferente ¿Me acompañas?

Por qué surge la insatisfacción personal

Nos hemos vuelto expertos en querer más y más, y no volteamos a ver lo que ya tenemos.  Te ha pasado que vas de compras y te enamoras de una cosa, luego de otra y luego de otra. Y si haces limpieza, seguro que encuentras cosas guardadas que ni recordabas, ¿a que sí?

Nos hemos vuelto compradores compulsivos.  Queremos llenar vacíos emocionales, con cosas materiales.  ¿Y, sabes qué? ¡NO FUNCIONA!

No sirve de nada hacer un curso, luego otro y luego otro… si no te das la oportunidad de ponerlo en práctica. No sirve ponerte metas/objetivos, y luego no celebrar cada uno de ellos por seguir al siguiente.

¡¡¡Para… si tu… PARA!!!STOP! ¡DETENTE! Piensa en todo lo que tienes ahora, desde respirar, hasta los amigos, cuentas en el banco, viajes… etc.

Puede que tu cuenta actual no tenga la cantidad de dígitos que quisieras, pero tienes una cuenta…

Puede que tu trabajo actual no te guste, pero tienes un trabajo y sabes qué, también tienes la capacidad de dejarlo si no te gusta, pero ese es otro tema, del que ya hablaremos más adelante.

Seguro que muchas veces ya has oído estas frases, pero vale la pena recordarlas para que, primero, te levantes por la mañana con una sonrisa y segundo, para que te replantees cuáles son tus objetivos y metas y celebres cada uno de ellos cuando los alcances.

La insatisfacción personal por la comparación

La insatisfacción a veces se presenta en nuestra vida para ayudarnos a descubrir qué necesitamos cambiar o qué queremos conseguir. La insatisfacción es una emoción que en principio es positiva, que te ayuda a conseguir cambios.

Y está claro que es bueno querer mejorar nuestra vida, tener objetivos. Pero…

Pero hay que saber hacerse las preguntas correctas: ¿es realmente ese cambio algo que quieres? ¿o esos cambios te los planteas porque tomas como referencia a otras personas?

Ahí está el problema: cuando tu insatisfacción está relacionada con lo que ocurre a tu alrededor, no con lo que tú haces sino con factores ajenos a ti.

Es entonces cuando la insatisfacción surge de la comparación y cuanto más te comparas, más insatisfecho estás. Cuando queremos más de lo que tenemos porque nos comparamos con los demás, significa que no valoramos nuestra realidad.

Te planteo a continuación varios puntos para que puedas valorar tu realidad desde otro punto de vista.

8 puntos para cuestionar tu insatisfacción

– Si te has despertado y no tienes ningún problema de salud, eres más privilegiado que el millón de personas que no va a sobrevivir esta semana.

– Si vives en un país en paz, puedes salir a la calle sin ningún peligro, y no has pasado hambre, eres más privilegiado que 500 millones de personas en el mundo que no cuentan con estas condiciones.

– Si puedes ir a la Iglesia, al Templo o seguir tu credo particular sin ser perseguido, eres más privilegiado que 3 millones de personas en este planeta que no pueden disfrutar de ello.

– Si tienes comida en tu nevera, llevas ropa limpia, si tienes un techo que te cubre, y un lugar seguro donde dormir, eres más rico que el 75% de la población mundial.

– Si tienes dinero en el banco, en tu cartera, o unas pocas monedas en una jarra en tu casa, eres parte del 10% de la población próspera del mundo entero.

– Si tus padres están todavía vivos y casados eres un caso poco común.

– Si llevas una sonrisa en tu cara y estás agradecido por todo, eres bendecido, porque la mayoría de las personas lo puede hacer, pero no lo hace.

– Y si puedes tomar la mano de alguien, abrazarlo, sonreír o solamente tocar su hombro, eres privilegiado, porque puedes ofrecer el toque divino que sana.

Hoy aprovecha y agradece porque estás vivo y permítete soñar, reír, jugar y disfrutar cada momento. Recuerda: “No es más rico el que más tiene, si no, el que menos necesita”

¿Te ha ayudado a plantearte la vida desde otro punto de vista? ¿Qué otro punto te ayuda a valorar tu realidad? Por favor compártelo conmigo en comentarios o mándame un mensaje por privado.

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