Sal al campo, o acércate al parque más cercano, el contacto con la naturaleza es un sanador nato.
Haz deporte: aumenta tu actividad física al menos 15-30 minutos diarios. Elige la actividad que más te guste, solo o en compañía: caminar, yoga, bicicleta, pasear a tu mascota… lo importante es que el cuerpo esté en movimiento.
Sal con amigos: relacionarnos con personas nuevas, siempre será una gran ayuda. Da un repaso a tu agenda, puedes descubrir contactos que hacía tiempo que no veías. ¡¡Este puede ser el momento!!
Busca un nuevo hobbie: una mente ocupada deja menos espacio a la tristeza.
Haz aquella actividad que llevas días posponiendo. Planifica tu horario y tus hábitos.